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Blog de montaña dirigido a todo tipo de público. Escalar una montaña de más de 7.000-8.000 m., cómo se organiza y desarrolla, qué sienten los alpinistas...

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miércoles, 26 de junio de 2019

ASCENSO AL LHOTSE (RUTA NORMAL) - DIARIO (PARTE II)


El Lhotse con sus 8.516 metros es la cuarta montaña más alta del mundo. Esta circunstancia sería más que suficiente para estar entre las cumbres más solicitadas, sin embargo no es así. Posiblemente el encontrarse tan cerca del Everest haga que sea menos codiciada e interesante aunque en realidad, como el resto de los ochomiles, tiene un gran atractivo más allá de su altitud.

Para llegar a la base de la ruta normal primero hay que realizar un trekking de aproximación que viene muy bien para ir aclimatando. Después de volar a Lukla (2.860m) se comienza a caminar hasta llegar al Campo Base del Everest (5.350m) normalmente en unos siete días. No voy a extenderme en describir el trekking ya que es muy conocido y se puede encontrar información del mismo en múltiples formatos (revistas, redes sociales, páginas web...).




Trekking

Me centraré en la ruta de ascenso que realicé el pasado mes de mayo: la ruta normal, que fue ascendida por vez primera el 18 de mayo de 1956 por un equipo suizo y que recorre la cara oeste, conocida como Lhotse Face.

Para realizar esta ruta el campo base se ubica en el mismo sitio que el del Everest, de hecho toda la ruta hasta cerca del Campo IV es común con la ruta sur del Everest.

El  23 de abril  llegamos al superpoblado Campo Base. Para que os hagáis una idea de la extensión de éste, desde el comienzo del mismo hasta nuestras tiendas (casi las últimas) tardamos una media hora en llegar. La verdad es que nuestras carpas se encuentran muy bien situadas, muy cerca del comienzo de la ruta, lo que hace que nada más salir empezamos la ruta y al bajar llegamos rápido a las tiendas.


Campo Base


Durante los primeros días aprovechamos para  aclimatar, preparar el material necesario para la expedición y conocer a algunos expedicionarios que van a intentar el Lhotse y otros (la gran mayoría) el Everest.

Para seguir con la aclimatación  el día 27  subo a Campo I (5.980m) y me quedo a dormir allí. La subida hasta CI es muy peligrosa porque hay que atravesar la famosa Cascada del Khumbu.

Cascada de hielo del Khumbu

El glaciar del Khumbu es el más alto del mundo teniendo su origen en la base de la Lhotse Face, siguiendo su recorrido por el Valle del Silencio, la Cascada del Khumbu para acabar en la zona del Campo Base.

La Cascada del Khumbu vista desde el CB es impresionante pero una vez dentro de ella impresiona todavía más. Es como un río de aguas bravas que se hubiera congelado al instante quedando un caos de bloques de hielo (seracs) de diferentes tamaños, en equilibrio inestable, amenazando con caer en cualquier momento.

A esto hay que sumarle las enormes y profundas grietas que junto con los seracs convierten la ruta en un laberinto en el que encontrar la salida no es fácil.

Yo, cruzando una grieta

Y por si fuera poco, no hay que olvidar el riesgo de las avalanchas que desde el Nuptse o desde el hombro noroeste del Everest caen de vez en cuando.

El movimiento constante del glaciar hace que la ruta vaya variando según pasan los días. Un equipo de sherpas conocidos como "Los Doctores del Hielo" se encarga de mantener la ruta accesible durante el periodo de ascenso. Ellos son los que colocan las escaleras necesarias para cruzar las grietas o salvar muros de hielo verticales y de esa manera facilitar el paso a través de este caos lo más rápidamente posible.

De vez en cuando paro para sacar alguna foto, pero la verdad es que cuanto más tiempo se tarda en salir de allí más riesgo se corre, así que las paradas son pocas y breves.

Poco antes de llegar a C1 la pendiente se suaviza. Es la parte baja de la zona intermedia donde empieza a romper el glaciar que viene del Valle del Silencio para convertirse en la Cascada del Khumbu. Aquí la ruta es más segura aunque hay que seguir teniendo cuidado con las grietas ya que al ser una zona más plana muchas de ellas están tapadas o tienen puentes de nieve que hay que cruzar con precaución. Después de una pocas subidas y bajadas se llega a C1 situado entre grietas transversales en mitad de la zona intermedia a la que me refería antes.

En Campo 1

Tras dormir como un lirón toda la noche y después de un breve desayuno sigo hacia Campo 2 (6.400m). La ruta va hacia la derecha, hacia la pared del Nuptse pero sin llegar a ella.

Para alcanzar el Valle del Silencio antes hay que sortear unas cuantas grietas, una tras otra, que forman como una escalera gigante de hielo que termina en una gran planicie. Es el principio del famoso Valle.

Entrando al Valle del Silencio

La vista no sabe a dónde dirigirse, a la izquierda la cara suroeste del Everest, al fondo la pared del Lhotse y a la derecha la vertiginosa cara del Nuptse.

Hace tiempo que tenía ganas de estar en este lugar. Tengo un poster en una pared de mi dormitorio firmado por Doug Scott en la que se le ve caminando por este maravilloso lugar y siempre decía que algún dia estaría yo en su lugar, pues por fin llegó ese día.

Mi objetivo es llegar a la cumbre del Lhotse pero si no llego por lo menos tendré la satisfacción de haber podido recorrer este magnifico paisaje. Es algo verdaderamente espectacular aunque he de decir que recorrerlo con el sol en todo lo alto puede ser, y de hecho lo es, agotador, pudiendo registrar temperaturas muy elevadas lo que puede hacer que cambie el estado de la nieve.

La pendiente es suave y poco a poco se va desviando hacia la izquierda hasta llegar a una zona rocosa donde se instala el C2. Se puede decir que hay un C2 bajo y otro alto. La diferencia no es mucha en altitud pero sí se nota en distancia.

Campo 2

Yo fui al C2 alto lo que se agradece cuando tienes que salir camino del C3 pero cuando estas llegando al C2 piensas ¿por qué no habrán puesto mi campo aquí?. En C2 pasaré el resto del día y todo el día siguiente para seguir con la aclimatación.

Campo 2 hacia abajo, a la izquierda Nuptse y a la derecha Everest

En la mañana del   día 30   subo hacia C3 (7.100m). El C3 se encuentra más o menos en la mitad de la Lhotse Face. La Lhotse Face es una pared de hielo azul, a veces muy duro, que tiene unos 1.125m de altitud con inclinaciones entre 40 y 50 grados alcanzando los 80 en algunos pasajes puntuales.

Subida a C3

Cuando llegué había muy pocas tiendas ya que todavía no se había montado dicho campo, de hecho, yo fui uno de los primeros de la temporada en subir a allí. La subida no fue nada mal, me encontré muy bien aunque pasé algo de frío en las manos ya que salimos muy pronto y casi toda la ascensión la realizamos sin sol. Por suerte, el descenso fue más cálido y después de unos cuantos rápeles volví a la seguridad del C2 donde pasé otra noche más.

En Campo 3


El   día  1 de mayo   no fue festivo para mi. Por la mañana salí camino hacia el CB para recuperar y seguir con el programa de aclimatación previsto.

El día, climatológicamente hablando, fue estupendo y en poco tiempo llegué a C1 donde hice una pequeña pausa para comer y beber algo. No me apetecía para nada volver a pasar por la Cascada del Khumbu pero por desgracia no hay otro camino para llegar al Base. A la tensión que se sufre mientras estas atravesándola ahora tenía que añadir el calor.

Cuando subes, normalmente lo haces a primera hora de la mañana o incluso por la noche pero ahora, en la bajada, el sol lleva varias horas calentando el ambiente y la posibilidad de derrumbes y caídas de seracs aumenta considerablemente. Por suerte todo transcurrió sin problemas y pude llegar a CB sin sufrir ningún percance, aunque sí pude comprobar que algunas zonas de la Cascada ya habían cambiado al desprenderse algunos bloques.

En CB me volví a reunir con mis amigos, Sergi, JP y Moeses y pude conocer a Jorge Salazar, un mejicano que va a intentar el Lhotse por tercera vez, con el que hice muy buena amistad. También conocí a Iñigo Castyñeira de San Sebastián.

Como las previsiones meteorológicas para los siguientes días no eran muy buenas, decidimos pasarlos en Gorak Shep (5.164m) donde podríamos comer mejor, descansar, comunicarnos con el exterior ya que allí tienen wifi y estar más calentitos gracias a la calefacción que ponen por la tarde.

Hay que tener en cuenta que en el CB aunque los días no sean muy malos la temperatura baja bastante (sobre todo por la tarde-noche, algunos días ronda los -10º C) ya que se encuentra encima de un glaciar.

En Gorak Shep pasamos 4 días jugando a las cartas, durmiendo, comiendo, contando aventuras pasadas y proyectos futuros, en definitiva, compartiendo y conociéndonos mejor, algo que considero muy importante entre los miembros en una expedición. Yo creo que el buen rollo que tuvimos en esos días fue algo que luego mejoró aun más en el transcurso de la expedición.


Con Sergi, Juan Pablo y Jorge disfrutando de las vistas en Kala Pathar

El día antes de regresar al CB subimos a la cumbre del Kala Pathar (5.644m) a buen ritmo, sacamos unas cuantas fotos y bajamos corriendo, todos menos JP que se fue a unas rocas cercanas para hacer "Boulder" (si puede escalar todos los días es feliz). Ya recuperados y en buena forma el  día 6  regresamos al CB a la espera de una ventana de buen tiempo para poder realizar el ataque a cumbre.

Después de pasar 3 días en CB y viendo que las previsiones de buen tiempo y por tanto de poder hacer cumbre se van para los días 15 a 17, decidimos volver a Gorak Shep y encontrarnos allí con Moeses que vuelve de camino hacia el CB ya recuperado de su garganta. Pasamos 2 días más descansando y alimentándonos bien, algo que nos vendrá muy bien para el esfuerzo que se avecina. El   día 10   ya estamos de nuevo en CB con el fin de preparar todo lo necesario para el ataque a cumbre.

Como Sergi, JP y Moeses no han subido mucho para aclimatar deciden salir del CB un día antes que yo para, de esa manera, ganar un día más para estar en C2. Así que el 12 suben a C2.

Jorge, Iñigo y yo salimos del CB el   día 13 . La subida por la Cascada del Khumbu la hago sin problemas aunque siempre en tensión y atento a cualquier posible movimiento de los bloques de hielo que me rodean durante el ascenso.

En C1 hacemos una parada para recuperar un poco e hidratarnos. Mientras descansamos el clima empieza a cambiar y una espesa niebla nos envuelve así que decidimos salir cuanto antes hacia C2. La niebla se ha metido en el Valle del Silencio y eso dificulta seguir la dirección correcta además, como ha estado nevando la huella de días pasados se ha cubierto por lo que es difícil encontrar el camino. A pesar de todo, llegamos a C2 sin problemas donde nos encontramos con nuestros amigos.

La mañana del   día 14   salimos hacia C3. El tiempo es bueno y como no hay prisa esperamos unas horas hasta que el sol ilumina la pared del Lhotse y de esa forma la subida no será tan fría. Somos varios los que nos hemos decidido a subir, calculo que unos 25-30. No todos van al Lhotse, algunos van camino del Everest.

Con Dorchi descansando en la subida a C3 (1ª Subida)

No hay que olvidar que la ruta hacia el collado sur del Everest es común con la del Lhotse hasta muy cerca del C4. Teniendo en cuenta esto nos alegramos de no ser demasiados porque sería un problema para progresar a buen ritmo y para la seguridad de todos.

La noche en C3 no va a ser tan cómoda como en los campos anteriores ya que en esta ocasión dormiremos cuatro personas dentro de la tienda, pero al poco de meterme en el saco me quedo dormido sin más problemas.

El   día 15  salimos temprano hacia C4. Hace mucho frío. Hay gente que ya ha empezado a subir y les veo progresar por las cuerdas fijas. Mi sherpa me aconseja ponerme el oxigeno pero le digo que no, me parece muy pronto y me encuentro bien. La salida del C3 empieza muy vertical. Durante 4 o 5 tramos de cuerda la ruta asciende desnivel muy rápido porque son recorridos muy inclinados que en algunos momentos rozan los 80 grados.

Después se suaviza algo pero sigue siendo muy duro, hasta llegar a una travesía hacia la izquierda que nos lleva hasta la famosa "Banda Amarilla", un contrafuerte rocoso formado por mármol amarillento, filita y esquisto de unos 100 metros de recorrido, casi vertical en algunos momentos.

Una vez en la parte alta ya puedo ver el C4 bastante cerca, aunque al ritmo al que voy todavía tardaré un buen rato en llegar.

En ese punto la ruta que va hacia el Everest se desvía hacia la izquierda para llegar al "Espolón de los Ginebrinos" y después al Collado Sur donde instalan el C4. Nuestro C4 se sitúa debajo de una zona rocosa conocida como "La Tortuga" sobre los 7.900m, pero en esta ocasión lo han puesto a 7.700m. Cuando estas llegando al campo se agradece esta diferencia de metros pero no cuando subes hacia la cumbre. Esos 200m de diferencia son muchos metros a estas altitudes y pueden suponer una hora más de ascenso.

Aunque el C4 es incómodo y muy frío, el cansancio acumulado hace que muy pronto me quede completamente dormido.

La madrugada del  día 16  sobre las 04 am empezamos a prepararnos para el ataque a cumbre. Aunque lo normal es desayunar algo antes de salir, mi apetito ha desaparecido y me cuesta comer en altitud (siempre me pasa lo mismo) así que solo soy capaz de tragar una o dos galletas. Más o menos una hora después empezamos el ascenso. Ahora sí voy con oxígeno.

La ruta va directa hacia arriba por la izquierda de La Tortuga buscando la base de la pared final del Lhotse. Una vez allí se hace una travesía hacia la derecha para entrar en el corredor que llega hasta la cumbre principal.

Subiendo hacia el corredor.  A la derecha el Everest. Al fondo,
Pumori y Cho Oyu

El corredor en su base es ancho pero a medida que se sube se va estrechando y va cogiendo más inclinación. En algunos tramos con poca nieve la progresión por la roca es delicada porque se encuentra muy fracturada por lo que hay que subir muy atento para no tirar piedras a los que van por detrás y también muy atento a las piedras que caen al pasar los que van por delante.

En un pequeño descanso que hago me adelanta Ali Sadpara (con oxígeno). Sergi, JP, Moeses y Jorge vienen por detrás (van sin oxígeno), Iñigo va por delante (con oxigeno, como yo). Aunque hay cuerdas fijas no todas son nuevas, sobre todo las de la última parte se ven bastante viejas lo que no da mucha tranquilidad.

Pienso que voy hecho polvo, pero al mirar hacia arriba veo a Ali solo unos 40-50m por encima y hace casi una hora que me adelantó, osea, que no voy tan mal, esto es duro para todos. Además la última parte antes de la cumbre es la más estrecha e inclinada. Poco antes de llegar al final del corredor me adelanta Sergi.


Final del corredor
Momento que Sergi, sin oxígeno, me adelanta


El final del corredor te deja muy cerca de la cumbre. Para llegar a ella se va un poco a la izquierda y directo arriba por una pared rocosa. Unos 10m antes de llegar se encuentra el cadáver de un alpinista que parece llevar tiempo allí y que nos recuerda que lo que estamos haciendo no es fácil y tiene mucho riesgo. Pero la ilusión por la cumbre ya no nos la quita nadie.

Allí esta Sergi esperándome. Fotos, una llamada por el teléfono satélite a Victoria y otra que hace Sergi  a Miriam y rápido para abajo. El tiempo no es muy bueno, hace mucho viento que levanta la nieve y esto unido a la niebla que se mete de vez en cuando dificulta la visión. Toca descender.

En la cumbre del Lhotse

Empezando el descenso llega JP a la cumbre también sin oxígeno. Moeses y Jorge se dieron la vuelta en algún momento del ascenso.

Los descensos siempre son peligrosos, vas muy cansado, con el objetivo de cumbre cumplido y con muchas ganas de llegar a la tienda para descansar, pero hay que tomárselo con calma y bajar con seguridad. El objetivo principal no es la cumbre, es llegar sano al CB. La idea era bajar hasta C3 o incluso al C2, pero al final, debido al cambio de tiempo y al cansancio tuvimos que quedarnos en el C4 a pasar la noche. Algunos dirán que con tanto cansancio y a tanta altitud no pudieron dormir bien, ese no fue mi caso, os puedo asegurar que dormí como un tronco.

Al día siguiente comienzo el descenso hacia C2. Voy solo, no se si los demás han salido ya o no pero lo importante es bajar cuanto antes. Llegando a C3 me encuentro con Iñigo y Jorge y ya continuamos juntos hasta el C2 donde llegué muy, muy, muy cansado. A la mañana siguiente, después de desayunar algo, sigo con el descenso para llegar a CB. Además de Dorchi Sherpa me acompaña Jorge. Con ellos llegaré a CB.

En este tramo me preocupa la Cascada del Khumbu. No se cómo estará desde la última vez que pasé por allí y ahora vamos a pasar al mediodía, las horas con más riesgo. Por suerte, aunque hay tramos que se ve que han cambiado, hacemos todo el recorrido sin incidentes. Poco antes de llegar al CB y ya fuera del peligro que representa la Cascada del Khumbu me abrazo a Jorge y le digo: "ahora sí, ahora sí podemos decir que hemos acabado la expedición".

Es   18 de mayo de 2019   cuando llego al CB, un día muy especial porque fue el 18 de mayo de 2006 cuando pisé la cumbre del Everest.


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Y con este extenso relato, que espero os haya entretenido, cerramos el blog por esta expedición.

Tan solo me queda daros las gracias por vuestro apoyo, que me transmite Victoria durante la expedición cuando hablamos y que, os garantizo, que me sirve de gran estímulo.

Espero que volvamos a estar en contacto muy pronto.

👋🏼

domingo, 9 de junio de 2019

RESUMEN FINAL, PARTE I: SENSACIONES.


¡Hola a todos!

He estado pensando como resumiros mes y medio de expedición, sin repetirme y que no os resulte muy pesado. Finalmente creo que lo mejor, dado que todo lo hemos estado contando con bastante detalle aquí y en redes sociales, es hacer dos entradas:
  • una en la que os explique las sensaciones que experimenté en su transcurso y que me llevo de esta expedición, 
  • y otra, más técnica, en la que os dé algunos datos e imágenes que os puedan servir para conocer mejor esta montaña.

Esta expedición ha sido especial por varios motivos pero, esencialmente, por dos: uno, ya lo podéis imaginar, hice cumbre en la cuarta montaña más alta del mundo (Lhotse) y el segundo, por lo excepcional del trekking de aproximación.


En la cumbre del Lhotse

La idea que tuvo Sergi de llevar a varios chavales con algún tipo de discapacidad, pertenecientes a la Cooperativa APINDEP (Integració de persones amb discapacitat), a realizar varias etapas del trekking al Campo Base del Everest podía parecer una locura pero la verdad es que fue una experiencia maravillosa y todo un éxito.

La ilusión de todos los chavales y el esfuerzo realizado, tanto por ellos como por monitores y familiares, es algo que debería servir de ejemplo, no solo para otro tipo de asociaciones sino a cualquier persona que tenga por delante algún reto, deportivo o no.


Todo el grupo de trekking

Estos chavales demostraron que si se quiere se puede y que no hay más barreras que las que uno mismo se pone por delante. Con su alegría y tesón nos enseñaron a todos que, a pesar de sus discapacidades, tienen otras cualidades que los hacen especiales. Para mi fue todo un descubrimiento y un placer haber compartido esos días con todos ellos.


Trekking 2019 - PARTE I

Trekking 2019 - PARTE II


Esta experiencia formó parte de lo que podríamos llamar  la primera parte de la expedición.

 La segunda  comienza cuando vuelven a España y nos quedamos los expedicionarios realizando la última parte del trekking que nos llevaría hasta el Campo Base (común para Everest y Lhotse).


Con el Ama Dablam al fondo

Con Sergi entre Dingboche y Lobuche

Cerca del BC con el Pumori a la izquierda

El Campo Base es como un pequeño pueblo a 5350m que todos los años revive en estas fechas. Bueno, hay pueblos bastante más pequeños que el CB, de hecho, recorrerlo de un lado al otro te lleva una media hora.

Una cosa que me sorprendió del CB es el control de la basura originada por tanta gente. A pesar de las informaciones de los medios de comunicación en sentido contrario, os puedo asegurar que, al menos este año, las diferentes compañías tenían bastante controlado este tema en CB y todo el mundo comentaba que estaba muy limpio. Otra cosa son los campos de altura...


Campo Base del Everest - Lhotse 2019


Igualmente se esta hablando mucho de la gran cantidad de gente en el Everest y los atascos producidos en el día de cumbre, como si fuera la primera vez que ocurre. Esto es algo que lleva pasando varios años, pero tampoco es muy difícil de entender.

Es la montaña más alta del mundo, con lo cual se convierte en un importante objetivo de escalada y la mejor época para subirla es antes del monzón (abril-mayo) por lo que en todo el mundo (y os recuerdo que hay muchos países) hay escaladores que se proponen su ascenso.

No es un problema exclusivo del Everest, en otras montañas con alguna característica especial pasa lo mismo (por ejemplo: Aneto "la más alta del Pirineo", Mont Blanc "la más alta de Europa Occidental", Aconcagua "la más alta de América"...).

El problema es que somos muchos y todos nos vemos con derecho a intentarlo. ¿Solución? Desde mi punto de vista es fácil: REGULACIÓN, algo que deben de hacer los gobiernos que expiden los permisos de ascensión (Nepal y China) y que reciben grandes cantidades de dinero por ello.

Mientras sigan permitiendo que cualquier persona por el hecho de pagar una cantidad "X" de dinero pueda conseguir el preciado permiso, aunque no tenga experiencia en picos de 8000 m, el problema de la masificación se repetirá año tras año.

Por contra, en el Lhotse que está al lado, este año había poca gente escalando.

Al margen de la polémica y siguiendo con mis experiencias y sensaciones durante esta expedición debo decir que, al contrario que el año pasado, en esta ocasión las "buenas vibraciones" siempre estuvieron presentes.


Sergi Mingote, Moeses Fiamoncini, Juan Pablo Mohr y yo


Jorge Salazar, JP Mohr, Sergi Mingote y yo

La relación con el resto de expedicionarios fue inmejorable. El "buen rollo" entre todos fue algo a destacar en todo momento y eso es algo que a nivel psicológico ayuda, y no poco, en el devenir de la expedición y los resultados de la misma.


Kala Patthar


También fue una alegría volver a coincidir con Ali Sadpara, uno de los más importantes alpinistas de Pakistán y mejor persona. Pasó mucho tiempo con nuestro grupo y pudimos conocernos mejor, en tantas horas de espera se habla mucho y de muchos temas.




Aunque siempre queda sitio para el "esparcimiento", incluso en los lugares más insospechados. ¡Mirad que rato más bueno pasamos los himalayistas en C2!


Cantando en el C2, 6300 m


Finalmente, a nivel físico me encontré bastante bien, la aclimatación ganada previamente en el Aconcagua y luego en Chile creo que fue muy importante y tuvo mucho que ver con el éxito final.

 La tercera parte de la expedición  fue el periodo de aclimatación en la montaña y el ataque a cumbre, algo que os contaré en unos días... un poco de paciencia...


👋🏼