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Blog de montaña dirigido a todo tipo de público. Escalar una montaña de más de 7.000-8.000 m., cómo se organiza y desarrolla, qué sienten los alpinistas...

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lunes, 25 de agosto de 2014

Resumen final Parte IV: C-3, Ataque a cumbre y Descenso a CB


Por fin llegó el momento. Salimos a las 5 de la mañana del día 21 de julio. Vamos directos a C-2. Esta vez solo tardo unas 4 horas hasta C-1 y unas 4,30 hasta C-2.

Subiendo a C1 (Autores: Nick la superior y Pilar la inferior)
Subiendo a C2 (Autor: Nick)
Campo 2
Al día siguiente (día 22) subimos hacia C-3, todos menos Pilar que decide quedarse en C-2 y esperar a la expedición catalana para seguir con ellos a C-3. De nuevo una decisión individual que me perjudica porque me toca subir la tienda a C-3, en lugar de compartir el peso que era lo que estaba pensado. Como vamos muy cargados y el camino es largo decidimos montar las tiendas un poco antes de llegar a C-3 (aproximadamente una hora antes).

Dormimos a una hora de C-3 (Autor: Nick)
En la mañana del día 23 me despierta Pilar (que sube junto a la expedición catalana) diciéndome que se lleva para arriba el doble techo para compartir peso y que luego me suba yo el resto y, mientras llego, ella preparará una repisa en la nieve para poner la tienda (lo normal en estos casos vamos). Llegamos todos a C-3. A las 9 de la noche del mismo día comenzamos el ataque a cumbre.

Campo 3
Cumbre del K2 desde C-3
A esa hora varias expediciones se ponen en marcha, también algunos alpinistas que salieron la noche anterior están regresando, unos con la cumbre conseguida y otros no.

Nos esperan muchas horas por delante ya que el camino hasta la cumbre es largo y luego hay que regresar al C-3. En primer lugar sale Pilar (sobre las 9 pm), luego yo (9.30 pm), poco después Lina (un poco pasadas las 10 pm) y más tarde Nick.

El primer objetivo es llegar hasta el collado situado a 7.800 m. aunque llegar hasta allí resulta más duro y largo de lo esperado. Como es de noche todos vamos con los frontales por lo que solo podemos ver lo que alcanza nuestra propia luz y como referencia las luces de los que van por delante pero se aprecia la inclinación de la ruta, sobre todo en la última parte (justo la salida al collado) donde la inclinación aumenta bastante. Por suerte el mal tiempo de los días anteriores no ha cargado la montaña con demasiada nieve, además no esta en muy malas condiciones y la huella abierta facilita el ascenso. Lina me adelanta y sigue hacia arriba, ya que a estas alturas cada uno debe llevar el ritmo que le pida su cuerpo. Durante gran parte del ascenso he llevado por detrás de mí a varios miembros de la expedición catalana y a Nick (que salió más tarde). Luego me enteré de que Nick tuvo problemas con su frontal y subió junto a Oriol cuya frontal iluminaba como el faro de un coche. Antes de llegar al collado me paro para beber y comer algo, Oscar Cadiach y su equipo también se detienen un rato, aunque algunos de ellos (Oriol y algún sherpa junto con Nick) deciden continuar. Unos minutos después seguimos el ascenso y por fin logro llegar al collado por detrás de Oscar y Ana (médico de la expedición catalana).

Desde el collado con la sombra del Broad Peak en las montañas de enfrente (Autor: Nick)
Mi intención nada más llegar al collado fue la de continuar por la arista camino a la cumbre, pero cuando me puse a caminar noté que mi cuerpo no iba, estaba sin fuerzas, muy cansado, me costaba respirar y sentí pequeños mareos por lo que decidí que lo mejor era sentarme un rato y descansar. Sabía que todo era consecuencia del ejercicio realizado en estas alturas donde el cuerpo demanda oxígeno, elemento vital que a estas altitudes nuestros pulmones no pueden conseguir en el mismo porcentaje que a nivel del mar.

Me senté (en realidad me tumbé sobre mi mochila) e intenté controlar el ritmo respiratorio. Lo que pasó fue que me quedaba dormido durante dos o tres minutos y de repente me despertaba con la respiración super agitada, después, cuando lograba un ritmo adecuado, me volvía a dormir otros dos o tres minutos y vuelta a lo mismo. Así estuve como media hora, hasta que decidí continuar. Por suerte esta vez pude seguir aunque a un ritmo muy lento hasta que el cuerpo se adaptó.

La ruta transcurre por una evidente arista que sube hasta una cumbre secundaria muy empinada pero muy bonita. Antes de llegar a ella es necesario pasar algunos tramos delicados que por suerte estaban equipados con cuerdas fijas, aunque de esas que no dan mucha confianza (7 mm.) y que prefieres no mirar cómo están ancladas para evitar más sufrimiento.

Una de las zonas "delicadas" 
La verdad es que la travesía de la arista es espectacular con pendientes que caen a plomo hacia el lado chino y hacia el lado pakistaní, lo que te motiva para ir con cuidado y no resbalar o tropezar en ninguna zona. En el ascenso me encuentro con Lina y Pilar que han comenzado a descender. Me dicen que no han llegado a la cima principal, se han quedado en otra cima secundaria (Rocky Summit) que esta a 8.035 m.

Arista final un poco más arriba del collado y Rocky Summit (Autor: Nick)
Poco antes de llegar a la falsa cumbre me encontré con Oscar Cadiach y Ana que volvían. Pensé que habían hecho cumbre y felicité a Oscar por haber terminado los "14 ochomiles", pero me dijo que no habían llegado.

Al llegar a la falsa cumbre pude comprobar que todavía quedaba bastante para llegar a la cima principal (aproximadamente una hora y media), iba solo, hacía mucho viento y yo estaba muy cansado. Es decir, solo en ir y volver tardaría unas tres horas y luego había que sumar todas las horas hasta el C-3. Tras analizar la situación decidí que lo mejor era comenzar el descenso. Contado así parece algo lógico y que no ofrece ninguna duda, pero os puedo asegurar que la decisión no fue nada fácil de tomar. La ilusión por pisar la cumbre principal de otro ochomil, el saber que mucha gente estaba siguiendo mis andanzas a través del blog, la proximidad de la cumbre tras muchas horas de esfuerzo, todo el tiempo y todo el dinero empleado en preparar esta aventura y algo dentro de ti diciendo que sigas hasta el final, son factores que se oponen a lo que el cerebro analiza de forma objetiva en base a la experiencia adquirida a lo largo de muchos años haciendo montaña.

La arista final, cima principal y los impresionantes precipicios del lado chino (Autor: Nick)
Comienzo a descender muy cansado y un poco triste, aunque por otro lado contento de haber logrado llegar hasta donde llegué (8.025 m.), me auto-convenzo de que en realidad he subido la montaña, la diferencia van a ser unos pocos metros de desnivel que impedirán que mi nombre figure en las listas oficiales de ascenso al Broad Peak. Pero yo no subo montañas para salir en las listas oficiales, aunque en el fondo a todos nos gusta. Lo importante es la aventura, es estar ahí, es el camino recorrido desde la preparación de la expedición hasta el regreso a casa y sobre todo, esto último regresar a casa y poder contarlo.

Llego al collado y me toca esperar para rapelar ya que otros alpinistas están esperando lo mismo. Cuando me toca a mí, llega Little Hussein con su cliente (un alpinista de Taiwan que ha hecho cumbre con oxígeno). Me dice que su cliente se encuentra muy mal (posible edema cerebral) y es necesario bajar lo más rápido posible, así que le cedo mi puesto y comienza a bajar el taiwanés. Cuando no llevaba ni diez metros se para y dice que no puede seguir, le insistimos para que siga, lo intenta, se cae, se enreda con la cuerda..., al final el porteador tiene que descender hasta él para ayudarle, el rapel es muy largo y tardan en dejar la cuerda libre. Baja otro porteador que también va con ellos. Por fin puedo bajar. Cuando llego al siguiente rapel el taiwanés esta bajando y le vuelve a pasar lo mismo que en el rapel anterior. Hay que volver a ayudarle. Los porteadores están muy cansados, hace muchísimo calor y no tenemos agua. Intento echarles una mano durante un tiempo, pero en el siguiente rapel los adelanto y continuo hacia C-3.

Completamente agotado y deshidratado llego a C-3 cuando empieza a anochecer. Han sido unas 20 horas de actividad, muchas de ellas por encima de los 7500 m. que delimitan la famosa "zona de la muerte". Mientras caliento algo de nieve para poder beber llega Nick también muy cansado, pero feliz, él ha pisado la cumbre principal. Lina y Pilar hace tiempo que llegaron y están durmiendo.

Autor: Nick
Por la mañana temprano me despierta Pilar (que se ha levantado hace tiempo) para decirme que comienza a bajar, que recoja y baje yo el C-3 y ella se encarga de hacer lo mismo con el C-2 y nos repartimos el C-1. Le digo que de acuerdo y sigo durmiendo un ratito más. Después de un "copioso" desayuno (dos barritas de chocolate y unos tragos de agua) me pongo a recoger todo. Con la mochila bien llena y todo bien colocado comienzo el descenso. Lina salió antes y Nick saldrá un poco después que yo.

Bajando del C3 al C2. Después cargaría aún más peso (Autor: Nick)
Llego a C-2 y me encuentro una desagradable sorpresa, el material está recogido, empaquetado, pero sigue allí, Pilar no ha bajado nada. Después de maldecir varias veces me pongo a intentar colocar todo el material en mi ya cargada mochila. Coloco lo que puedo dentro pero la gran parte del material lo tengo que atar con cordinos a la parte externa de la mochila intentando que quede lo más equilibrada posible y de forma segura para que no se caiga nada durante el descenso. Esta operación tan sencilla aparentemente me supone casi una hora de trabajo "extra". Mientras Nick, que recogió la parte que le correspondía, sigue su descenso.

Con la carga preparada me pongo la mochila y... ¡jooooder, como pesa!, pero hay que bajar...

El descenso a C-1 lo realizo con mucho cuidado porque las cuerdas fijas están bastante mal después de un mes pasando gente por ellas, algunos de los anclajes no dan mucha seguridad, algunos tramos de cuerda son demasiado finos y yo llevo mucho peso encima. En algunos tramos de travesía resbalo, la mochila se mueve y me hace caer quedando colgado de la cuerda fija. Esto pasó dos o tres veces con el consiguiente susto. Después de un agotador y tenso descenso, anocheciendo, llego a C-1 donde veo una tienda de otra expedición que no se encuentra ocupada, voy hacia ella y tropiezo cayendo desde lo alto de una piedra, por suerte el peso de la mochila me hace girar y caigo sobre un costado (unos pocos arañazos más...).

Poco antes de llegar a C-1 ya lo había pensado: "si llego a C-1 y hay alguna tienda me quedo a dormir". Y así lo hice. Me metí en ella, sin saco de dormir ni aislante y sin comer nada porque estaba todo atado en la mochila y hubiera sido un follón desatarlo. Pasé una fresquita noche acordándome mucho de Pilar...

Al día siguiente, al poco de amanecer, me coloco la mochila de nuevo y sigo el descenso camino del CB. Poco antes de llegar a la zona del depósito (5.000 m.), en uno de los últimos rápeles, se me rompe uno de los tirantes de la mochila y se queda colgando solo de un hombro, lo que hace que me gire por completo y me quede mirando hacia el vacío y sujetándome a la cuerda con todas mis fuerzas. Con la mochila así llego al depósito y me paro para descansar y reparar el tirante roto.

Descanso poco porque tengo ganas de llegar cuanto antes. Durante el descenso hacia el glaciar me encuentro con algunos porter de otras expediciones que me dicen que llevo demasiado peso (como si no me hubiera dado cuenta...). He intentado comunicar a CB donde estoy para que salgan a mi encuentro pero la batería del walky se ha terminado. Espero que me vean y vengan en mi ayuda.... Por fin algo sale bien, el pinche de cocina (Akbar) me ha visto y ha venido a mi encuentro, me quita la mochila y me da de beber. El tramo que falta hasta el CB lleva él mi mochila lo que agradezco enormemente. Todavía nos queda cruzar algunos ríos que a estas horas ya bajan con bastante agua. Dos de ellos tienen escaleras puestas horizontalmente a modo de puente.El último hay que saltar desde unas piedras y aunque no las tengo todas conmigo salto sin más problemas.

Llego al CB donde me esperan Manzoor e Ibrahim de la empresa KTP a los que me abrazo nada más verlos. Estoy agotado, destrozado, con unos 15 kilos menos, me duelen hasta las pestañas... . Al poco salen mis compañeros de expedición a recibirme. Por fin estamos todos en el base, es motivo de celebración, algo de lo que ya se encargaría el personal de KTP con una cena "especial".

¿Os preguntareis por qué Pilar no bajó el material de C-2? Yo también se lo pregunté,. Su explicación: "cuando me puse la mochila vi que no podía andar con tanto peso y decidí dejar el material allí y que otro día subiera un porter a por todo. Te dejé una nota donde ponía  Para el Porter". La nota se la debió llevar el viento porque yo no vi nada y por eso me lo bajé todo.

Por cierto, al llegar al CB pesaron mi mochila: 30 Kg. Sin palabras...


Pese a todo, con sus buenos y malos momentos, mi valoración final es que ha sido una gran expedición, superada la inicial frustración por no haber llegado a la cumbre principal, me siento muy satisfecho con lo conseguido.

Espero que hayáis disfrutado siguiendo mis "aventuras" y con la lectura de este resumen.

Gracias por vuestro inestimable apoyo con el que desearía seguir contando en próximos proyectos, que no creo que tarden mucho en llegar...

CARLOS GARRANZO


Resumen final Parte III (Aclimatación - Campos 1 y 2)

Hola de nuevo:

Le he estado dando vueltas a como os cuento esto y al final he decidido relatar un poco de forma resumida, como fue todo, porque si no os digo como fue la etapa de montar los campamentos de altura se va a quedar un poco "cojo" el resumen. Por tanto, para que no quede una entrada muy larga, finalmente la voy a fraccionar en dos partes, la primera la fase de aclimatación y montar los campos de altura; la segunda el ascenso y el ajetreado descenso. 

Vamos con el resumen del ascenso inicial de la montaña.

Tras nuestra llegada al CB (6 julio), el día siguiente lo pasamos ordenando todo, preparando el material y terminando de instalar lo necesario para hacer más llevaderos nuestros futuros días en este lugar.

Al segundo día, con buen tiempo, decidimos subir material hasta un lugar en el que comienzan las laderas de nieve (5.000 m) donde lo dejamos depositado con el fin de recogerlo en los próximos días. De esta forma matamos dos pájaros de un tiro, por un lado vamos subiendo material y por otro el cuerpo va aclimatando a la altura.

El 9 de julio, con buena climatología, nos espera un día duro. Subimos con bastante peso hasta el depósito dejado el día anterior, recogemos parte de ese material añadiendo más peso a la ya cargada mochila y continuamos hasta el C-1.

Cruzando un río cerca del CB (Autor: Pilar)
Subiendo a C-1 Lina, Pilar y yo (Autor: Pilar)
Después del depósito comienzan las primeras pendientes de nieve. No son excesivamente inclinadas, pero sí lo suficiente como para obligarnos a ir a un ritmo lento tanto por el peso que llevamos como por la falta de aclimatación a la altura. La mayoría de las rampas se encuentran equipadas con cuerdas fijas, ya que la expedición polaca lleva ya bastante tiempo en la zona y han sido ellos los que han equipado casi toda la montaña. Es cierto que en estos primeros días hay algunos tramos sin cuerda pero, con el paso de los días, otras expediciones terminarán por equiparlos.

El calor es uno de los mayores problemas durante la subida y nos obliga a parar varias veces para hidratarnos y quitarnos ropa, además la nieve se pone difícil según pasan las horas. Viendo lo que nos espera decido ir muy despacio, parando a menudo y aprovechando para sacar fotos y disfrutar del paisaje. Tras unas diez horas llego a C-1 donde el resto de mis compañeros ya están en sus tiendas reponiendo fuerzas.

En realidad los únicos que se encuentran en su tienda son Lina y Nick ya que Pilar se ha metido en una de otra expedición porque no hay sitio para poner más tiendas, así que voy con ella. Mientras colocamos las cosas, parte de las piedras que forman la terraza donde está la tienda se derrumba de forma que media tienda queda en el aire lo que significa que solo podrá dormir uno dentro de ella. Buscamos un lugar donde poner nuestra propia tienda con el fin de solucionar el problema pero resultó una tarea difícil. Al final, logramos ponerla en una repisa pequeña de forma que la mitad de la tienda quedaba más o menos bien y la otra en zona inclinada. En vista de la situación, decidimos dormir uno en cada tienda. Pilar en la mía y yo en la de otra expedición.

Camino a C1 (Autor: Pilar)


Huyendo de avalancha (Autor: Nick)
Llegando a C1 (Autor: Pilar)
Al día siguiente subimos al C-2, esta vez sin mucho peso porque la finalidad era solo aclimatar. La subida es muy empinada y no da un respiro. Lo peor fue el calor que hizo, sobre todo en la última parte donde la nieve estaba muy blanda dificultando mucho el ascenso, dabas tres pasos hacia arriba y resbalabas dos hacia abajo. A unos 20 minutos del C-2, aprovechando que bajaba Pilar, decidí darme la vuelta y bajar todos juntos hasta el CB.

Repisa antes de C2 (hasta aquí llegué la primera vez) (Autor: Pilar)
Los tres días siguientes los pasamos haciendo la típica vida de CB, visitas a otras expediciones y al CB del K2, ducha, colada, descansar, comer...

El 14 de julio subimos hasta C-2 directamente desde el CB con la intención de dejar el campo montado, totalmente equipado y luego seguir hasta C-3 para dormir allí. En esta ocasión también hizo mucho calor por lo que (conociendo ya la ruta) me lo tomo de nuevo con calma llegando a C-2 después que mis compañeros. Lina y Nick se encuentran en su tienda, aunque el sitio no es muy bueno. Pilar, otra vez, decide instalarse en la tienda de otra expedición y deja nuestra tienda sin montar. De nuevo me toca hacer de "ocupa" y meterme en tienda ajena, algo que ya empieza a molestarme. Lina y Nick deciden que se quedan un día más en C-2 para poner su tienda en un sitio mejor y yo también me quedo porque hay que poner la tienda y dejar el C-2 preparado. Pilar decide que se va al C-3 acompañada por dos húngaros. Esto significa que me toca montar la tienda y transportar el material a mi solo, lo que no me hace ninguna gracia ya que me toca subir y bajar varias veces desde la zona baja del C-2 a la zona alta donde finalmente ponemos las tiendas. Menos mal que Lina pudo ayudarme a instalar la mía, mientras Nick terminaba de hacer su parte. Una vez acabado todo puedo disfrutar del maravilloso paisaje que me rodea, relajarme y quitarme el cabreo del cuerpo. Toca dormir y descansar, mañana queremos subir al C-3.
Llegando a C2 (Autor: Nick)
Nuestro gozo en un pozo. El día se ha levantado mal, por debajo nuestro nubes y por encima niebla, nevando y mucho viento. Pilar y los húngaros han pasado dirección al CB. Les digo a Lina y Nick que me bajo al CB, ellos dicen que van a intentar subir a pesar del mal tiempo. Comienzo el descenso y poco después veo que ellos también bajan. Subieron un poco, pero al final decidieron no seguir.

Esta vez el mal tiempo dura más y tenemos que quedarnos en el CB 4 días. Durante este tiempo, además de lo habitual, Lina y yo fuimos de nuevo al CB del K2 para ver a Ferrán Latorre y a Miguel Angel Pérez, y visitar el Memorial del K2, allí junto a las placas de alpinistas de diferentes paises se encuentra la de un buen amigo, Manel de la Matta
.
Memorial del K2 (Foto: Carlos Garranzo)
(Foto: Carlos Garranzo)
El cuarto día Lina y yo asistimos a una reunión de todas las expediciones convocada por Oscar Cadiach con el fin de ver estrategias a seguir y días de ataque a cumbre. La verdad es que la reunión sirvió para poco, ya que todos tenían su estrategia más que pensada desde hacía tiempo.

La nuestra, al igual que la de otras expediciones, aprovechando la ventana de buen tiempo, salir al día siguiente (día 21) y atacar cumbre el día 24 de julio, aunque sabemos que la aclimatación no había sido todo lo buena que debiera ya que no habíamos llegado a C3 (menos Pilar).

CARLOS GARRANZO


jueves, 21 de agosto de 2014

Entrevista en Ser Deportivos Cartagena a Carlos Garranzo

Hola a todos:

A la espera de que Carlos publique la Parte III de su Relato Final en la que nos cuente con detalle como fue su ataque a cumbre y, sobre todo, ese ajetreado descenso que aún no me ha contado ni a mi con detalle, os pongo el enlace a la entrevista radiofónica que le hicieron el 19 de agosto en el programa de Jorge Fernandez Caro por si la queréis escuchar; va desde el minuto 19:50 hasta el final.


MVA

miércoles, 20 de agosto de 2014

Resumen final: Parte II - Trekking


Inicié el trekking desde Askoli al Campo Base del Broad Peak sin muchas ganas porque ya sabía lo que me esperaba y no me encontraba físicamente muy bien. Pequeños problemas digestivos que arrastraba un par de días me habían debilitado, afortunadamente se solucionaron en breve.

Al ser esta la tercera vez que pasaba por allí en poco tiempo, conocía de sobra la dureza de las jornadas que me esperaban y además esta vez teníamos la intención de hacerlo rápido para recuperar algo el tiempo que habíamos perdido en Islamabad por las cancelaciones de los vuelos. De hecho, no hicimos el día de descanso en Payu que normalmente se suele realizar para aclimatar mejor.

Mi temor, además, era el enorme calor que suele hacer durante todo el recorrido pero esta vez hubo suerte y en general pillamos días medio nublados, lo que hizo mucho más llevadera la marcha.

Otro de mis temores era que llevaba botas nuevas que Bestard me había proporcionado pocos días antes de la partida por lo que el riesgo de tener rozaduras/ampollas, que me habrían hecho la marcha muy incómoda, era muy alto. Afortunadamente esto no ocurrió, es más, las botas resultaron de lo más cómodo y debido a la suela especial para suelo mojado funcionaron perfectamente en la zona del glaciar.

 (La autora de las fotos que se incluyen en esta entrada es Lina Quesada)


 

Salimos de Askoli temprano para aprovechar las horas más frescas del día, camino de Jula. Por delante nos esperaban unas seis horas de caminata. Cada uno iba a su ritmo, normalmente Lina, Pilar y Nick iban por delante, unos oyendo su música preferida, otros disfrutando del paisaje, sacando fotografías...

En Jula la empresa monta según van llegando todas las tiendas y nos recibe con un vaso de Coca-Cola (todo un lujo por estos lares)  para saciar nuestra sed que nos sentó francamente bien. Comida, un poco de descanso, cena y a dormir.

La segunda jornada, como todos los días nos levantamos muy temprano y rápidamente nos ponemos en marcha con destino a Payu. A nuestra llegada me encontré con Juan Vallejo (Basque Team) que estaba intentando terminar la nueva vía que empezaron el año pasado en el Paiju Peak.

El tercer día, quizás el más duro, nuestro destino era Urdukas, unas 9 horas de marcha. Me estaban pasando factura los problemas digestivos que arrastraba y el cansancio acumulado de las jornadas anteriores. Además, la formación de un enorme lago en el glaciar, había cambiado el trazado de la ruta aumentando en una hora el tiempo que se tardaba en llegar a nuestro destino. Llegamos antes que algunos porteadores por lo que tuvimos que esperar a que montaran las tiendas, lo que aprovechamos para hacer las fotos de rigor, cenamos y rápidamente a dormir.

El trayecto hasta Goro II y posteriormente al CB BP, transcurrió sin incidencias. El ambiente tanto entre los alpinistas como con el personal de soporte que nos acompañaba, era muy bueno, lo que contribuyó a hacer más amena las esperas en los distintos campamentos. Lina, Nick y yo, ya conocíamos la zona por lo que íbamos más pendientes de la marcha que del impresionante paisaje. Pilar era la primera vez que pasaba por el Glaciar del Baltoro y continuamente se quedaba admirada de las enormes montañas que nos rodeaban y de la belleza de los paisajes que nos ofrecía el tránsito por el glaciar.



El último día Lina salió unas horas antes que el resto del grupo para encontrar sitio para colocar las tiendas en el CB BP. Esta jornada, desde Goro II al CB sí tuvo una parte nueva para mi desde Concordia. Nunca me había adentrado en el Glaciar Godwin-Austen, y aunque había visto muy bien el K2 desde Concordia en las ocasiones en que había pasado por allí con anterioridad, conforme me aproximaba a la montaña, y pese a que ese día estaba parcialmente envuelto en nubes, me parecía más y más grande, es realmente impresionante.

Cuando llegamos al CB mi tienda ya estaba montada por lo que me refugié en ella inicialmente. Como la tienda comedor y la cocina se retrasaron y el tiempo estaba empeorando, Badia y Maurcio de la expedición mejicana nos ofrecieron refugio y su hospitalidad por lo que comimos con ellos mientras terminaban de montar nuestro campamento.

Una vez instalado el CB y tras un día preparando el material, comenzamos el consabido Sube-Baja para montar los campos de altura y aclimatar, que Victoria ha ido relatando muy bien en el blog por lo que, en mi próxima y última entrada, os contaré con detalle como fue mi ataque a cumbre y el descenso a CB. Fueron jornadas en las que se alternaron incursiones a la montaña con periodos en el CB en función de la climatología, en las que leíamos, escuchábamos música, confraternizábamos con otras expediciones, fuimos al CB y al Memorial del K2, nos reímos mucho y contamos muchas batallitas en los espacios comunes (tienda comedor).

CARLOS GARRANZO

Resumen final: Parte I

Hola de nuevo a todos.

Lo prometido es deuda. En su momento dije que haría una especie de crónica de toda la expedición y creo que ya va siendo hora.

Los que habéis estado siguiendo el blog podréis comprobar que la mayoría de las cosas que voy a contar ya os suenan pero para los que se enganchen a última hora este puede ser un buen resumen.

Va a ser un poco largo por lo que lo dividiré en tres partes, correspondiendo cada una de ellas a una fase de la expedición.

Como ya sabéis muchos, mi trayectoria en el mundo de los ochomiles no es muy extensa ya que mi principal proyecto ha sido y es completar las "Siete Cumbres". No obstante, mientras sigo peleando por encontrar patrocinio para finalizar las dos cumbres que me quedan para esto, que se escapan a mis posibilidades económicas, mi pasión por la montaña me lleva a querer emprender cada vez retos más grandes y a embarcarme, en solitario o en equipo cuando me proponen algún proyecto que me interesa, en expediciones que están al alcance de mi limitado bolsillo.

Por ello, el año 2000, formando parte de una expedición murciana, intenté ascender al Gasherbrum II (8035 m) que se encuentra muy cerca del Broad Peak. En el año 2006 logré ascender a la cumbre del Everest (8848 m). El año pasado volví a intentar el Gasherbrum II, esta vez solo, en las dos ocasiones me fue imposible, la primera por cuestiones climatológicas y la segunda por problemas con el material (se me rompieron las botas de altura). Como os podéis imaginar, tras las experiencias en el GII no me quedaron muchas ganas de volver al Karakorum y en mi mente tomaba cada vez más fuerza la idea de intentar otra montaña de 8000 m en Nepal, en concreto, el Manaslu (8156 m). Y la idea iba madurando hasta que...

Hasta que en el último trimestre del año pasado recibí la llamada de una buena amiga de Sevilla (Lina Quesada) y me hizo otra proposición... No penséis mal, simplemente me dijo que cuatro amigos se habían juntado para ir al Broad Peak y que si quería apuntarme al grupo. La verdad es que no me apetecía mucho volver a Pakistán pero, como soy muy facilón, rápidamente le dije que contara conmigo.

A partir de aquí, empieza el jaleo de la organización de este tipo de expediciones (preparar ropa y material, conseguir financiación, visados, permisos de ascensión, dinero, billetes de avión, conseguir patrocinadores y colaboradores, dinero, más dinero...) y si queda tiempo... entrenar. 

El grupo finalmente quedó formado por cuatro: Lina (Sevilla), Pilar (Ronda), Nick (Los Ángeles-USA) y yo. Lamentablemente a uno de los que tenía pensado venir, Juan (Trevélez) le surgió un problema y tuvo que renunciar a la expedición (lo sentí mucho porque se le veía muy ilusionado).

Con todo este lío, cuando te quieres dar cuenta, ha llegado la fecha de salida y te ves peleando en el aeropuerto por no pagar exceso de equipaje, aunque debo decir que en esta ocasión todo fue de fábula y no tuve ningún problema en este sentido. Todo iba perfecto, salida del avión sin retraso, equipaje facturado y llegada a Estambul (escala prevista) sin problemas. Allí me iba a encontrar con mis dos compañeras de expedición (Lina y Pilar), pero claro, no todo iba a salir bien, su avión llegó con retraso y perdieron la conexión por lo que tuvieron que esperar un día y medio en Estambul y a mí me tocó viajar solo hasta Islamabad.

Llegada al aeropuerto internacional "Benazir Bhutto" de Islamabad, son las 4,30 de la mañana pero parece como si fueran las 12 del mediodía por la cantidad de gente que hay. Me dirijo rápidamente a la zona de equipajes con el fin de recoger mi petate (22 Kg) y mi bidón (32Kg). Pasan ante mi muchas maletas, paquetes, bolsas..., pero lo mio no aparece y empiezo a ponerme algo nervioso.Tras una breve espera por fin salen mis petates. ¡Bien! ha llegado todo, la expedición sigue adelante.

Salgo al exterior donde se supone que personal de la agencia que hemos contratado (KTP) me estará esperando..., se supone, porque en realidad no hay nadie esperando mi llegada. Me toca llamar a la empresa, pero no llevo encima el número. Solución: mandar un mensaje a Victoria, que me busque el número y la dirección y me lo mande, aunque en España sean más o menos las 2 de la mañana y se acuerde de toda mi familia... Al final tan solo fue un error debido al retraso de mis compañeras, pensaban que veníamos todos juntos y que no llegaríamos hasta el día siguiente.

Después de unas dos horas desde mi llegada Nabi (uno de los responsables de KTP) me recoge y me lleva al hotel donde me encuentro con mi otro compañero de expedición (Nick) un americano que tiene varios ochomiles, entre otros el Cho Oyu (8201 m) con tan solo 19 años.

Tras un breve descanso salimos a pasear por Islamabad y vamos a visitar la mezquita "Faisal" una de las más grandes de Asia y el más famoso y reconocido icono de la ciudad. Como hace mucho calor, al poco tiempo volvemos al hotel donde nuestro más querido compañero (el aire acondicionado) nos convence de que lo mejor es quedarse en la habitación.

Mezquita Faisal
Calle típica (Foto: Pilar Agudo)


Al anochecer decido acercarme a otro hotel (Envoy Continental) donde se encuentra un miembro de la expedición de Oscar Cadiach al Broad Peak (Ricard Fernández), que ha tenido que quedarse en la ciudad para terminar de tramitar unos papeles. Al llegar me encuentro con él y con dos alpinistas más (Oriol Ribas, también de la expedición de Oscar y Ferrán Latorre que va a intentar el K-2). Con ellos me voy a cenar y pasamos una velada muy amena contando aventuras y desventuras de montaña.

Al poco de regresar a mi hotel me avisan de que tenemos que realizar el "Breefing" donde se nos presentará al "Oficial de enlace" figura que obliga a llevar el Gobierno Pakistaní a todas las expediciones. Por fin, tras una larga reunión y mucho papeleo nos vamos a dormir.

Pasamos, sin pena ni gloria, pero con mucho calor, otro día en la ciudad. De madrugada llegan al hotel Lina y Pilar. Ya estamos todos, podemos volar hacia Skardu... ¿o no?. Pues no, hay problemas con los vuelos y por no perder más días decidimos (muy a nuestro pesar) viajar por carretera, por tercera vez me toca recorrer parte de la "Karakorum Highway", considerada una de las carreteras más peligrosas del mundo y volver a pasar por zona "caliente" donde los talibanes hacen de las suyas de vez en cuando. Por suerte, no sufrimos ningún percance y después de dos agotadores días llegamos al hotel K-2 en Skardu. Tenemos un día por delante para preparar todo el material para los porteadores y descansar.

KKH (Foto: Pilar Agudo)
Un alto en el camino (Foto: Pilar Agudo)
Al día siguiente nos toca recorrer en todo terreno la distancia entre Skardu y Askoli (último pueblo antes de comenzar el trekking del Baltoro). Son solo 147 Km. pero se suele tardar entre 7-8 horas, lo que da una idea del tipo de caminos que tenemos que pasar. Después de muchos botes, pero sin incidentes, llegamos a Askoli donde pasamos nuestra primera noche en tienda de campaña.

¡Por fin vemos montañas! ¡Empieza lo divertido! Eso si consideras divertido andar durante seis días (cuatro de ellos por encima de un glaciar) para llegar al campo base.

CARLOS GARRANZO

sábado, 16 de agosto de 2014

Video reportaje de la expedición Broad Peak 2014

Hola a todos:

Aquí sigo trabajando para terminar este blog como os merecéis. Finalmente como son muchas fotos y vídeos, para que resulte más ameno su visualización, he decidido hacer un montaje cortito de un vídeo que espero que os guste.

Aquí os lo pongo, a ver si no pierden mucha calidad las imágenes.Para los que tengáis mucho interés, ya sabéis, pase privado o no sé si daré alguna charla, si lo hago, venid a verla...

Lo próximo, en breve, mi relato de la expedición.




Versión Smartphone:



CARLOS GARRANZO

miércoles, 13 de agosto de 2014

Para ir abriendo boca...

Hola a todos de nuevo:


No, no os tengo olvidados, todo lo contrario. Desde que volví a España, estoy compaginando la incorporación al trabajo, la puesta al día de todas las cosas que he tenido abandonadas casi dos meses, saludando amigos, familiares, compañeros, realizando las visitas de agradecimientos a patrocinadores, devolviendo el material que me habían dejado en depósito..., en fin, ando bastante liado.

Pero con todo eso, saco tiempo de donde puedo para ir visualizando los cientos de fotos, vídeos y notas que me he traído para haceros el relato final que os he prometido y con el que suelo cerrar el blog, pero me temo que me va a llevar más tiempo del que pensé en un principio. La verdad, me cuesta decidirme por esta o aquella foto, de hecho estoy pensando en realizar un albúm porque, aún restringiendo al máximo mi selección me siguen saliendo demasiadas, no sé que haré.

Mientras realizo todo esto y escribo la historia de como he vivido esta expedición, os dejo unas fotos y vídeos que he editado para ir abriendo boca.

Espero que os gusten:

Nanga Parbat (8.125m) vertiente Diamir
Nanga Parbat (8.125m) vertiente Rupal
 
Camino hacia Askole
 
Urdukas 
Si no eres muy escrupuloso... uhmm! que rico
Haciendo el tonto frente al Masherbrum
Trekking por el Baltoro
Acercándonos al Broad Peak
Campo Base y K-2
Mi tienda en CB
Como siempre, Cartagena conmigo
Broad Peak desde CB
La tienda de Nick y el K-2 de noche
El Nanga Parbat al fondo, enorme,
desde subida a C3
C3
Chogolisa desde C3
Cumbre del K-2 desde C3
Llegada al collado
Con Manzoor recién llegado a CB
Y así me quedé...
Por último os pongo una foto a la que le tengo especial cariño. Vosotros diréis ¿pero quién es este tipo?.

Pues para mi, es uno de los mejores alpinistas que había en la zona. Como muchos una figura anónima y modesta que, de haber tenido la fortuna de ser un deportista occidental, estaría en la élite.

Se trata de Little Hussein, un porter de altura pakistaní que ha conquistado las cinco cumbres de más de 8.000 m que hay en Pakistán y al que habría que darle la oportunidad de salir a otros países para que continúe subiendo hasta la cumbre de otras  montañas.

Little Hussein, grande

Y para finalizar una par de vídeos cortitos. 

Uno de una pequeña avalancha que pude filmar desde el C1, las había a diario y mucho peores...


Y un último vídeo en el que queda patente el "buen rollito" existente y cómo nos cuidaban los miembros de  KTP 




Hasta muy pronto

CARLOS GARRANZO